jueves, 19 de enero de 2017

Libertad a Selahattinb Demirtas y Figen Yüksekdag, máximos dirigentes del HDP

Por Graciela Monaris

La Fiscalía turca pidió 142 años de cárcel para Selahattin Demirtas y 83 para Figen Yüksekdag, los co-presidentes del Partido Democrático de los Pueblos (HDP), un frente de izquierda relacionado al pueblo kurdo, que en las últimas elecciones triunfó en la mayoría de las ciudades del sudeste de Turquía. La acusación oficial es “tener vínculos con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK)”.  Demirtas y Yüksekdag son dos de los once diputados de esta organización, que en las últimas dos elecciones superó el piso proscriptivo del 10% - impuesto por el régimen para evitar que las fuerzas pequeñas accedan al parlamento - constituyéndose como la tercera bancada nacional en la cámara de diputados de Turquía, luego del AKP oficialista y el CHP kemalista.  Según informa Kurdistán América Latina: “Aparte de los vínculos con el PKK y su entorno, a Demirtas y Yüksekdag se les responsabiliza de haber incitado las protestas de octubre de 2014 en las que se enfrentaron activistas de la izquierda kurda y simpatizantes islamistas con motivo del asedio del grupo yihadista Estado Islámico a la ciudad kurda de Siria, Kobane.”  “El 13 de enero pasado, un tribunal turco condenó a más de cuatro años de cárcel a Nursel Aydogan, diputada del HDP, también acusada de vínculos con el PKK”, porque habría “cometido delitos en nombre de una organización (terrorista) sin pertenecer a ella”. Aydogan, nacida en 1958 en Bursa e ingeniera de formación, es la primera diputada condenada desde la oleada de detenciones de altos cargos del HDP que empezó en noviembre.  Las organizaciones de izquierda, democráticas, combativas, defensoras de los derechos humanos y antiimperialistas deben repudiar estas detenciones, que forman parte del plan represivo de carácter fascista desatado por el gobierno del presidente Recep Tayyip Erdogan desde hace casi dos años, con el objetivo de aplastar la resistencia de los trabajadores y el pueblo del conjunto del país e imponer un régimen de características “presidencialistas”, que no sería otra cosa que una dictadura con formas “democráticas”.

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