Comaker, quien ha publicado tres libros de poesía, lleva 22
años en prisión. Fue capturado por la policía turca en 1994 cuando era estudiante
de geografía en Estambul. Fue torturado y aislado dieciséis días. De
las declaraciones bajo tortura surgieron las "pruebas" turcas de
"separatismo". Sin ninguna evidencia concluyente de actividad
política, Comaker fue condenado a cadena perpetua seis años más tarde. El poeta llevó su caso al Tribunal Europeo de
Derechos Humanos. Este, en 2007, obligó a Turquía a realizar un juicio
justo alegando que el primero no había sido limpio.
No fue hasta el año
2013 que el gobierno turco accedió a revisar el caso (seis años después de la
sentencia del TEDH). Aun así, la revisión del juicio se fue posponiendo en
2014, 2015 y 2016. El juicio se inició ayer con nuevas muestras de parcialidad. Ilhan Comaker
no pudo estar presente. Le niegan el derecho a personarse a su propio
juicio. Sus abogados denunciaron la "parcialidad" de los
miembros del tribunal y los testigos de la defensa fueron denegados. Entre
ellos Sinan zinc, presidente de la Asociación de Abogados Liberales de Estambul
quien dijo al tribunal: "Ustedes están ejecutando una ley colonial y no
pueden manejar el caso. Saquen sus manos de este caso". Con una
rapidez propia de los juicios pre fabricados Comaker fue condenado a cadena
perpetua.
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