Por Carlos Amarilla
El 20 de julio pasado de conmemoró el aniversario de la
masacre de Suruc. Estos jóvenes brigadistas, la mayoría de ellos/as estudiantes,
fueron asesinados por una bomba mientras se solidarizaban con la heroica
resistencia de Rojava en el Centro Cultural Amara de la localidad de kurda Suruc,
fronteriza con Kobane.
El cobarde atentado de ISIS, apañado por el régimen del AKP
de Erdogan, no sólo fue un atentado contra quienes manifestaban su apoyo en
contra del asedio de la ciudad de Kobane, sino un ataque a la juventud de
izquierda de todo el mundo, por lo tanto un crimen contra nuestros hermanos y
hermanas de lucha.
Ellos y ellas murieron con la esperanza de poder alcanzar un
mundo mejor, un sueño de liberación, un sueño revolucionario. Por todo esto,
más allá de las diferencias ideológicas que podrían tener con las organizaciones
a las que pertenecían, debemos considerarlos nuestros compañeros y compañeras. Desde KDS les rendimos nuestro más sentido homenaje, comprometiéndonos
a continuar su lucha, participando en cada espacio posible y disponible para que
sus sueños no hayan sido en vano, por lo tanto para que triunfen. ¡Sus nombres
estarán grabados en nuestros corazones como los de todos y todas los/as que
cayeron en la lucha por la liberación de Kurdistán y Medio Oriente!
¡Camaradas caídos/as en Suruc, hasta el Socialismo Siempre!
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